Me formé como diseñadora gráfica en Ciudad de México. Después, amplié mis estudios de diseño gráfico y de mobiliario en el Edinburgh College of Art de Escocia. A lo largo de mi carrera, he trabajado para clientes, creando logotipos, empaques, carteles, etc., y también diseñando y produciendo mi propia mercancía para vender.

Cuando llegué a Berlín en 2015, me enfrenté al dilema de buscar trabajo en un estudio de diseño o montar mi propio negocio. Tuve la suerte de encontrarme con iniciativas en Berlín que ayudan a las mujeres migrantes, dándoles los conocimientos y el apoyo necesarios para convertirse en empresarias en Alemania. Así que opté por lo que más me gusta hacer: crear cosas bonitas para vender, y en 2021 nació Ame Gonzalez Papeterie.

Diseño todos mis productos a mano con pintura, lo que les confiere una calidad única en la profundidad del color y el diseño. Disfruto mucho del proceso, y espero que la persona que reciba mis productos comparta esa misma alegría.

Viviendo en un país extranjero y enfrentándome a diario a dificultades para hablar correctamente alemán, encuentro en los símbolos una forma increíble de comunicación. Como diseñadores, el lenguaje no escrito nos obliga a extraer la esencia de lo que queremos comunicar, y me encanta el reto. Por eso, en mi papelería no encontrarás mensajes escritos, sólo símbolos y números.

Todos mis productos se imprimen con cuidado para que sean neutros en cuanto a emisiones de CO y utilizo papeles reciclados y con certificación mixta de alta calidad. Para algunos procesos, como la encuadernación, colaboro con USE gGmbH, una organización que ofrece oportunidades laborales a personas con discapacidad y desfavorecidas de Berlín.

Me gustan las relaciones humanas, amigos, hijos, parejas, vecinos... y me parece que una conexión auténtica a veces necesita algo más que palabras o mensajes por el teléfono. Al igual que las acciones, un mensaje escrito a mano puede ser convincente y un regalo en sí. Espero que mis diseños inspiren a la gente a, una vez más, escribir y dibujar a mano y, a través de ello, encontrar la conexión.